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Hola a tod@s , desde este rincón, que alguien se ha montado por pasar un buen rato, voy ha intentar explicar y trasmitir mis sensaciones sobre el mundo de dos ruedas y sobre todo el campeonato del Mundo de G.P, aceptaré de buen grado ayudas y comentarios, pero el valiente que me critique me verá en la callé, es broma o … no.
Faltan algo menos de dos meses para que comience el campeonato de Moto G.P. y los equipos están ya haciendo sus primeros test oficiales, las categorías pequeñas lo han hecho en Jerez y la grande en Malasia.
Hoy voy intentar escribir mis sensaciones sobre la categoría pequeña, 125 CC, aquí no puedo ser muy objetivo porque corre uno de pilotos favoritos, es Pol Espargarón, será porque lo vi debutar en Montuelo el 2006, este piloto me parece que va ser uno de los que lucharán por la victoria en el campeonato, o eso espero. Con su bala roja, Derbi, y su equipo integrado también por Joan Oliver y Efrén Vázquez, patrocinado por Karlos Arguiñano, intentará luchar por el campeonato de equipos contra el equipo de Aspar que cuenta entre en sus filas con un piloto que promete mucho que es Bradley Smith que se podrá aprovechar de la experiencia que le podrá dar Julián Simón, que regresa a 125 CC.
Pero bueno esta categoría tiene algo especial y muy especial que cada carrera o cada curva hay ocho o nueve chavales entrando a degüello para superar al piloto que le antecede o evitar que el piloto que le va al rebufo le adelante está categoría es emoción pura y estoy deseoso de que comiencen los pepinillos ya la competición.
David Agrás.
Seis naciones.
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Huyendo de la espectacularidad y vistosidad de sus hermanastros trasatlánticos, los rudos y aguerridos hombres del rugby europeo, volvieron el pasado fin de semana, de nuevo a enfrentarse, a batirse el cuero en los terrenos de juego de las islas británicas, Francia e Italia, en busca del preciado galardón de campeón de continental de este deporte.
El seis naciones ha vuelto fiel a su anual cita, y como máximo exponente de la competición del balón ovalado en el viejo continente, lo ha hecho llenando el aforo de los estadios donde se disputan los enfrentamientos, levantando de sus asientos a los miles de aficionados que siguen los encuentros cada vez que hay un placaje, y haciéndoles enloquecer de alegría a cada ensayo conseguido por su equipo.
El rival a batir de nuevo es Gales, que habiéndose coronado en la anterior edición como campeón, parte este año como principal favorito, condición que dejó clara tras su enfrentamiento ante Escocia. La gran duda es si será capaz de volver a hacerlo sin sentir en ningún encuentro, el lastimoso dolor de la derrota, adornando el triunfo final, con la consecución del Gran Slam, honorífica distinción otorgada a aquel equipo que es capaz de alzarse como vencedor en todos los partidos disputados, tal y como ya hizo hace doce meses.
El espectáculo de uno de los pocos deportes donde para avanzar hay que hacer retroceder el balón, y donde en las melés, disputadas por auténticos percherones, se pugna por hacerse con el cuero a fin de luego lanzarse en una loca carrera hacia la zona de marca contraria, intentando evitar las embestidas de las contundentes defensas rivales, ha vuelto para gusto y deleite se sus aficionados.
Tras la primera jornada, un triple empate se produce en la cabeza de la clasificación que, por diferencia de puntos, comandan los ingleses, seguidos de los actuales campeones e Irlanda, con una victoria cada uno. La cuarta, quinta y sexta posición de la tabla son por este orden para Francia, Escocia e Italia, que mucho tendrá que luchar para no acumular derrotas en todos los partidos haciéndose así con la temida “Cuchara de madera”.
Javier.
Huyendo de la espectacularidad y vistosidad de sus hermanastros trasatlánticos, los rudos y aguerridos hombres del rugby europeo, volvieron el pasado fin de semana, de nuevo a enfrentarse, a batirse el cuero en los terrenos de juego de las islas británicas, Francia e Italia, en busca del preciado galardón de campeón de continental de este deporte.
El seis naciones ha vuelto fiel a su anual cita, y como máximo exponente de la competición del balón ovalado en el viejo continente, lo ha hecho llenando el aforo de los estadios donde se disputan los enfrentamientos, levantando de sus asientos a los miles de aficionados que siguen los encuentros cada vez que hay un placaje, y haciéndoles enloquecer de alegría a cada ensayo conseguido por su equipo.
El rival a batir de nuevo es Gales, que habiéndose coronado en la anterior edición como campeón, parte este año como principal favorito, condición que dejó clara tras su enfrentamiento ante Escocia. La gran duda es si será capaz de volver a hacerlo sin sentir en ningún encuentro, el lastimoso dolor de la derrota, adornando el triunfo final, con la consecución del Gran Slam, honorífica distinción otorgada a aquel equipo que es capaz de alzarse como vencedor en todos los partidos disputados, tal y como ya hizo hace doce meses.
El espectáculo de uno de los pocos deportes donde para avanzar hay que hacer retroceder el balón, y donde en las melés, disputadas por auténticos percherones, se pugna por hacerse con el cuero a fin de luego lanzarse en una loca carrera hacia la zona de marca contraria, intentando evitar las embestidas de las contundentes defensas rivales, ha vuelto para gusto y deleite se sus aficionados.
Tras la primera jornada, un triple empate se produce en la cabeza de la clasificación que, por diferencia de puntos, comandan los ingleses, seguidos de los actuales campeones e Irlanda, con una victoria cada uno. La cuarta, quinta y sexta posición de la tabla son por este orden para Francia, Escocia e Italia, que mucho tendrá que luchar para no acumular derrotas en todos los partidos haciéndose así con la temida “Cuchara de madera”.
Javier.
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